Era de noche.
Esperaba paciente afuera de la casa.
Yo salí en chanclas, con pants y sudadera.
Él solamente iba por una taza de café.
Hoy tengo miedo de salir otra vez
Tengo miedo de encontrarte como aquella vez
Los nervios me traicionan me derrota el stress
Sé que puedo arrepentirme después
El día que le puse “Rootless tree” se quedó frío.
El día que se quitó los espejuelos me quedé con la boca abierta.
Nació en mí una cara de idiota que sigo sin quitarme.
Hoy tengo miedo de salirte a buscar
Tengo miedo de poderte encontrar
Tengo miedo de tus ojos
Tengo miedo de hablar
Tengo miedo de quererte besar
Yo tengo daltonismo.
Pero él tiene fotofobia.
Usa gafas la mayor parte del tiempo.
Carga más de dos pares con él.
También tiene miopía y astigmatismo.
Me digo:
No seas tonto
No seas tan escéptico
No trates de escapar
Sus manos son casi iguales a las mías.
“De heredero, de junior”.
De trabajo intelectual pues, con esas marcas del mouse, de darle duro a la tecla, de la pluma en algunos de sus dedos.
Sus pies son del mismo tamaño que los míos.
Es friolento.
Hoy tengo miedo de volver a bailar
Tengo miedo que te puedas burlar
Me dan miedo las personas no quiero manejar
Tengo miedo que me pueda gustar
Tiene 30.
Y una espalda hermosa.
Barba rala. Un tanto pelirroja cuando la deja más larga.
Se le resecan los labios fácilmente.
Casi no tiene vello en el pecho y el poco que le aparece se lo quita.
No es precisamente pálido, pero es blanco.
Hoy tengo miedo de salir otra vez
Tengo miedo de volver a caer
Tengo miedo a las mentiras
Ya no tengo más fe
Tengo miedo de volver a creer
Habla un tanto alto.
Pausado.
Su voz es grave sin ser dura.
Pocas veces lo he visto exaltado.
Cuando atropella palabras solamente es por ansiedad.
Y digo:
No seas tonto
No seas tan escéptico
No trates de escapar
Es serio. Tranquilo.
Mucho muy reservado.
Y creo que eso me gusta.
“No quiero contarte mis cochinadas”, me dice.
No todos son tan malos.
No todo está mal.
No todos son villanos queriéndote matar.
No todo está perdido ni se va a acabar.
El miércoles volví del DF.
Yo estaba muerto.
(Él, igual o peor)
Marcó al celular.
Preguntó dónde estaba la oficina.
Pasó por mí.
Llovía.
Subí a su auto.
Y me tenía la cena.
Desde que lo conocí pienso muy distinto.
La vida es un picnic.
_____________
*Clic aquí para la rola de Fobia, "Hoy tengo miedo".
1 comentario:
Una de mis canciones favoritas. Éxito con esa futura relación. Saludos.
Publicar un comentario