jueves, abril 26, 2007

Consultas al pudor

Son las dos y quince del tarde. El autobús tiene una atmósfera densa, pesada. Los ojos se cierran por el mareo que provoca una resolana aumentada por el cristal de la ventanilla.
Siento cómo por la espalda corre una gota de sudor.
Siento como se mueve y casi me provoca escalofríos.
Detesto el calor.
Y esta temporada parece ser plagada por el aire caliente.
Quizá eso me motivó a inscribirme en la convocatoria para modelos de Spencer Tunik.
La verdad no pensé que me aceptarían.
“¡Ay wey!”, grité cuando noté el correo en mi bandeja de entrada.
Ahora sí… qué calor.
Ya confirmaron el día pero ahora falta confirmar hora y lugar.
Según ese correo se nos hará saber en breve.
Ja, ya me imagino yo ahí entre miles mostrando el chilaquil.
Comienzo a consultarle a mi pudor si realmente quiero hacerlo
“Mocho y poblano al fin”, me dijo la Tete Chelius cuando me sinceré con ella y le dije que la estaba pensando.
Por lo pronto en el diario ya me dieron chance de asistir y darle un toque gonzo a una crónica.

viernes, abril 20, 2007

Costumbres y los vírgenes suicidas

Ayer me la pasé entre la ajena historia de dos quinceañeros que se suicidaron juntos.
Eran novios.
Llevaban menos de dos meses de relación.
Sus papás no los dejaban andar.
Sí, Romeo y Julieta. Bueno en la versión del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec.
El caso pegó por todos lados.
Se escuchaba en las estaciones juveniles a los conductores en plena charla de con
ciencia para los muchachos sobre la vida y esas cosas… Sí, choros irremediables para una sociedad que vive en shock.
Cuando escuché que el parte pericial informaba cero drogas, cero sexo e incluso cero embarazo como una probable causa de la muerte pensé inmediatamente en la película de Sofía Coppola, “Las vírgenes suicidas”.
Luego vino el parte psicológico. Según una especialista el caso se debía en parte al inevitable divorcio de los padres del muchacho y el crecimiento monoparental de la chica.

***

Generalmente El Tiradero se me ha hecho un bar, ehm, cómo decirlo… ¿secretarial?
El nicho comercial del cantante e imagen del sitio (no sé si sea el dueño) el tal Eric Tirado pues es ese, señoras a las que les pone las nalguitas, les baila y canta.
Ya fichado entre mis prejuicios siempre que voy al sitio termino muerto de risa y él tijereteado.
Pero ayer me sorprendí.
Por su culpa recordé una canción que mi madre, entre las más hondas tristezas, ponía en su cuarto o cuando se disponía a hacer patrones y diseños.
Mientras rasgaba lino o algún tipo de gasa… cantaba “Costumbres”, la canción del Juanga, pero en voz de la Dúrcal.
Hay que admitirlo, papá y mamá no siempre eran felices.
Al menos esa impresión me daba su relación.
Dos veces estuvieron al punto del divorcio, y la última vez que estuvieron muy cerca, los planes fueron olvidados por la tremenda noticia del cáncer de doña Emma.
Pero “Costumbres” siempre fue el himno de la melancolía de mi madre.
Siempre.
Y ayer el maldito del Tirado la cantó bien.
Me partió, literalmente, la madre.

***

El crecer solito da miedo.
El divorcio, no es la muerte. Es quizá el cambio que más pánico puede dar.
Y sí, alguna vez pensé como los vírgenes suicidas.
No me animé.
En esas fechas no tenía un amor tan fuerte para acompañarme en un tétrico paso como ese…




martes, abril 17, 2007

Cuando la naturaleza falla

Odio admitirlo.
Al paso que voy, creo que pronto necesitaré uno par de estos.
Bien dicen que el cuerpo termina por cobrarle a uno todos sus excesos.


lunes, abril 16, 2007

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Poor Leno
Where you'll be, I'll go
Where you'll be, I'll know
Where you'll be, I'll find you —Poor Leno / Royksopp



Harto de avatares es que me sorprendo mirando una vez más a las cúpulas de catedral en esa imagen reciclada y pinchada al corcho en mi oficina.
Hace unos días Elmer me regaló esta ilustración y me hizo pensar en el porqué uno no queda desnudo de todas sus caretas.
Hace unos días también soñé que encajaba perfecto en un elevador vacío.
Y luego sonaba Poor Leno de Royksopp.
Ahí mismo me ponía a llorar.
Desperté a los pocos segundos.
Y qué día el iPod fue bastante asertivo y terminó recetándome la misma canción.
Esa vez no lloré.
Iba en el autobús, lugar del que disfruto su soledad.
Tanta gente y todos tan lejanos.
A veces como reses, aplastándose unos a otros.
Pero cada uno feliz o infeliz con su pinta.
Con o sin alter ego.
Por eso, a veces me siento tan seguro en el camión.
Por eso, a veces pienso, en no aprender a manejar.
Para no perder mi ciudadanía mundana.
Harto de avatares pienso… en que no todo me satisface y que mi vida será una eterna complicidad entre el egoísmo y la insatisfacción.
Quizá por eso mi placer por viajar en autobús, por escuchar Poor Leno de Royksopp, por voltear melancólico y buscar una silueta que danza en las cúpulas de la catedral.



Poor Leno
Have you due in time
Reunite as one
Please, I almost find you


domingo, abril 08, 2007

Escuálido, pero panzón*


I never loved nobody fully
Always one foot on the ground
And by protecting my heart truly
I got lost in the sounds
I hear in my mind
All these voices
I hear in my mind all these words
I hear in my mind all this music
And it breaks my heart…-Regina Spektor/ Fidelity


Nada tropical.
Así fue mi puente para estos días de guardar.
Me la pasé tragando cual vil cerdo.
Lo peor.
Lo primero que hice fue correr a la báscula.
La saqué debajo del tocador de Adriana.
La vi amenazadora.
Casi retándome, la muy perra.
Desde antes de diciembre es que no la veía.
68 kilogramos, dijo aquella vez.
Me quité las sandalias.
Una por una.
Puse el pie izquierdo sobre ella —mala elección— y la maldita aguja se puso como loca.
Puse el pie derecho y todo mi peso cayó.
La aguja tardó unos minutos en calmarse.
Mientras mi hermana Miriam con morbo esperaba a ver en dónde carajos paraba.
60, no. ¡Demonios!
67, no... ¿no? ¿De veras?
68, mi ultima marca, hace casi cinco meses, tampoco.
70, ¡no!
Zaz.
72.
Sí setenta y dos. Dos kilos más. Según la maldita tabla esa en que sumas tu altura y haces no sé qué pinche ecuación estoy aún en mi peso. Pero la verdad, mi panza nomás no es aliciente moral…
Así me sentí estos días de asueto.
Frustrado por mi escuálido, pero panzón cuerpo.
Adiós al Inmundo Animal que en tiempos universitarios salía a correr y hasta marcado tenía el abdomen.
Ni modo.
Pronto tendré que poner en práctica algún plan DN-III para eliminar mi panza.
¿Qué hago?
¿Volver a correr? Ya no puedo. Mis rodillas me matan por el impacto.
¿Pilates? Me vería muy ridículo sumiendo la panza mientras hago poses de tortuga desovando.
¿Cierro la boca? Imposible. Amo los tacos.
Bueno, se aceptan desde dietas de la luna y hasta esas que tienen que ver con el horóscopo chino.
Mientras tanto mi martirio lo acompaño con doña Regina Spektor y su “Fidelity”.

I never love nobody fully
Always one foot on the ground
And by protecting by heart truly
I got lost
In the sounds
I hear in my mind
All these voices
I hear in my mind all these words
I hear in my mind
All this music
And it breaks my heart
It breaks my heart

jueves, abril 05, 2007

Hasta nuevo aviso

Ayer miércoles no hice nada. Dormí.
Hoy jueves santo tiraré más la güeva y haré maletas.
Viaje en viernes santo.
Agarren sus jícaras y cubetas para el sábado de gloria.
A mí me toca soportar una reunión familiar.
Mi padre nos citó a todos los Velázquez en su rancho.
Asì que hasta nuevo aviso postearé algo nuevo.
See you!
Y felices pascuas...

domingo, abril 01, 2007

Real ditcionario de la jerga chacalera

1. Chacalear

Palabra en el argot periodístico que indica cuando un reportero se ve en la necesidad de pedir información a la que pudo tener acceso pero de la que carece por no llegar al evento citado.
También se aplica cuando no consigue cierta declaración pedida de manera expedita para complementar la información que será parte de la edición de su diario o noticiero.
Los poco ortodoxos en la materia prefieren ubicarlo como “el agandalle de audio, texto o imágenes con o sin autorización del reportero/fotógrafo que sí llego temprano…”.



Ejemplo:
Edmundo (a) “Inmundo”, permanece sentado fuera de la un garage de Lomas de Loreto en espera de la salida de su funcionaria favorita, Blanca Laura Villeda (a) "La Torturadora", que supuestamente se encontraba dentro de la Casa de la Cultura Juridica. Inmundo permaneció aproximandamente 4 horas en espera de dicha funcionaria, mientras chacaleaba un audio con su "cara de no rompo un plato". En la gráfica puede notarse su sobrepeso o la camada de perritos que están por llegar. (Pie de foto y foto patrocinados por Bárbara Déctor)