jueves, septiembre 23, 2010

VCR

You, you used to have all the anwsers.
And, you, you still have them too.
And we, we live half in the daytime.
And we, we live half in the night.


VCR / TheXX.

Used to

A veces, cuando estoy ebrio, me pongo sentimental.
A veces me parte el corazón pensar en toda la gente que no sigue en mi vida.
A veces, con solamente una cerveza encima, me pongo muy mal.
A veces me aligera el tener certeza de que todos ellos ya no están.
A veces, cuando hablamos de Whisky, puedo soportar cantidades industriales de alcohol.
A veces me duele que pregunten todavía por ti.
Antes necesitaba alcohol para olvidarte.
Hoy lo tomo para celebrar que te fuiste.

lunes, septiembre 13, 2010

Dog days are gone

The dog days are over
The dog days are done
Can you hear the horses
Cuz they there come
Florence
+ The Machine // Dog days are over

Lo pidió tres veces.
Me ganó.
Yo lo tenía pensado, casi a la semana de
conocerlo.
Pero me ganó.
Y me ganó más la sorpresa.
Fue de mañana.
La luz aún no le lastimaba los ojos.
Los ojos claros lucían sinceros. Como
nunca.
Serían las siete de la mañana o un poco más.
Todavía traía los
espejuelos. Ambos aún olíamos como buenos parroquianos del Cananas.
Y
madres.
Lo soltó.
-Mucha gente me ha dicho que fácilmente pueden
enamorarse de mí-dijo.
Yo aún tendría un poco del ron encima. Habíamos
bebido una botellita completa entre él, Miriam y yo.
Pensé que el diálogo
iniciaba con una frase socarrona. Me sonó vanaglorioso el comentario. Yo todavía
solté un irónico: “¿Ah sí?”. Ni me imaginaba para dónde iba la conversación.
-Sí. Eso me han dicho.
-Que es fácil enamorarse de ti…-completé
confirmando lo que acababa de escuchar.
-Sí. Por lo tanto, es muy difícil
que yo me enamore de alguien. Y ese alguien eres tú.
Pensé de todo.
Horas atrás, en el bar jugamos con cambiar los estados de Facebook. Jugamos
con avisar casi con remitente a nuestras ex picadas y demás “exes” el memo ese
que diría “Not available”. Nos besamos en pleno bar que cada vez parecía más
tugurio de ambiente. Y volvió a pedir lo que una vez pidió algo borracho.
-¿Entonces es en serio?-le dije.
-¿Pues qué pensaste? ¿Que las otras
veces que te lo dije no iba en serio?-respondió.
“Odio que me respondan con
otra pregunta”, diría el personaje de Isabel en “Las musas huérfanas”.
Y lo
más curioso es que con mi respuesta. Con la respuesta que le di a Víctor. Yo
mismo me respondí con muchas preguntas.
Ya las respuestas se irán dando.
Que ahora siento que los días dignos de un perro se han marchado.