Efraín

Desde siempre escuché de mi madre que los peces no eran de buena suerte para un hogar. Quién sabe porqué lo diría. Yo nunca les tuve fobia. Y ahora menos, después de que este pobre pez que ven, estuvo a punto de morir de manos del compañero reportebrio Efraín Nuñez. Si ud quiere ver la historia completa de cómo llegó este pez al territorio rebelde, osesea my sweet home, pues chequen esto la verdadera historia de Efraín, como lo nombró Selene en honor a su casi verdugo.

Regalo

Pues el señor Cardifan se lució, un día me pidió la foto que tenía en el display de mi messenger. Y zaz, días después terminé un poco más blanco, con piercing en la nariz y una floresota de lotto detrás de mi. Quizá no se vea del todo masculina la imagen, ja, pero me agrado.
Ahora dice don Cardifan que corregirá el tono blanquecino de la piel, y es que la neta no soy tan blanquito. Y la verdad soy rete feliz con mi prietico color de skin.

Reto

1. m. Provocación o citación al duelo o desafío.
2. m. Acción de amenazar.
3. m. Dicho o hecho con que se amenaza. Echar retos.
4. m. regañina.
5. m. Objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta.
6. m. desus. Acusación de alevoso que un noble hacía a otro delante del rey, obligándose a mantenerla en el campo.

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Momento familiar

Mañana regreso a Puebla.
Ahora me siento recargado, pero aburrido.
Descansado, pero con mucha flojera porque aquí no hay nada que hacer.
Y como no tengo nada que hacer les presumiré esta foto.
Mis tres sobrinos en Tecolutla.
¿Fascinante no?
Bueno, no se burlen, uno es querendón con su familia. Pero no en exceso.
Ahí en la picture de mi autoria, los tres sonrientes demonios, digo sobrinitos, hijos de Blanca y Miriam.
Los tres quedaron rojos de la espalda luego de horas en que su abuelo les estuvo insistiendo en meterse a la palapa por aquello de sol extremo. Ja.
Ahora los tres, cada uno por su lado, como osos se la pasan rascandose la espalda.
Y yo igual. Me puse a construir castillos de arena y me la pasé cuidandolos como buen tío.
Puedo ser realmente tierno.
Abur.
Mañana un post de mi regreso.

Recuento

Pues la cosa está así:
El domingo regresé de Tecolutla después de un insufrible viaje familiar a la playa.
Extrañando la oficina fue que iba pensando en qué hacer durante una semana.
De topes me di cuando noté que el lunes soltaron el desmadre del video de la Cacho. Ni modo, ya me lo perdí.
Bueno, pues resulta que la convivencia con mi padre comienza a ser un poco áspera. De todos es conocido que don Alfonso no tiene la mejor actitud, no es compresivo, vaya no se pone en los zapatos del otro para llevar un diálogo amable. No, no lo hace.
Así que hoy miércoles tomé un respiro. No sé a qué hora vuelva a Venta Grande, por el momento pienso buscar a mi hermana Claudia para que eso del reencuantro familiar esté completo.

Ah, el marcador familiar va así:
Alfonso se separó definitivamente de (ahora mi ex cuñada) Suhail. Comenzó una relación con una profesora que se ve de buenas intenciones, se llama Sandra y aunque es del SNTE, a la Gordillo la prefiere de lejistos, ambos están en Tulancingo, cada quien por su lado mientras al Poncho se le pasa la fobia por el matrimonio. De su niña, Blanquita, solamente conozco que está más grandecita, nomás pude ver fotos de ella.
Mi hermana Blanca, hoy justamente tenía un reencuentro con su ex cuñada. Quizá le reclame que Sandra ya es casi parte de la familia. Ja.
Claudia pues recién se mudó a Huauchinango y en un par de horas la veré. Ya veremos como están los chamacos, Karla y el Javo.
Miriam pues ya con sus planes nuevos. Algo triste por la separación que afrontará.
Ya no me falta ningún hermano? Ah, no creo que no.
Yo pues estoy prácticamente ahuevonado. Leyendo a Paco Taibo II. Escapando momentaneamente del ajetreo de cámaras, micrófonos, radio y periódico. La verdad, extraño mucho la chamba a pesar de que son muy cortas estas vacaciones, pero eso no se lo digan a nadie.

Por cierto, postearía fotos, pero olvidé mi cámara en el rancho de mi padre.
Para la otra prometo postear una historia que se me ocurrió en estos días de ocio.

CU4TR0

A ver, vi esto en el blog del Usuario X y no me pude contener.
Ahí va pues:

Cuatro películas que puedo ver una y otra vez:
1. Akira.
2. El diario de Bridget Jones.
3. Batman returns.
4. El rey león (La vi 34 veces cuando era niño)

Cuatro lugares donde he vivido:
1. Huauchinango, Puebla.
2. Puebla, Puebla.
3. Necaxa, Puebla.
4. Dicen que me la vivo en la luna... ¿será?

Cuatro programas de TV que me gusta ver:
1. Proyect runway (¡qué gay!).
2. Atando cabos con Denisse Maerker.
3. Las guerras clónicas en Cartoon Network.
4. Will and Grace (¡doble gay!).

Cuatro lugares favoritos para ir de vacaciones:
1. Cuetzalan, Puebla.
2. San Miguel Regla y Huasca de Ocampo en Hidalgo.
3. Hacienda de Cabañas en Guerrero.
4. Venta Grande, en Puebla, donde mi padre tiene su fortaleza del silencio (aunque ud. no lo crea).

Cuatro de mis platillos preferidas:
1. Linguinni fra diabolla
2. Tacos de El Güero allá por la Upaep.
3. Los antojitos de Doña Columba en Huauchinango.
4. Los taquitos dorados que cocina Selene.

Cuatro sitios web que visito a diario:
1. www.laquintacolumna.com.mx
2. www.blogger.com
3. www.eluniversal.com.mx
4. www.e-consulta.com.mx

Cuatro lugares donde quisiera estar ahora:
1. Mi cama.
2. Aplastado en el territorio rebelde viendo la tele.
3. En una cama ajena... ustedes saben la de quién.
4. Echandome un café con mi prima Chabetty en el DF.

Cuatro trabajos que me gustaría tener:
1. Reportero en El País.
2. Guionista de sit-com's gringos.
3. Dibujante de Ws Comics
4. Vendedor de antigüedades.

Cuatro famosos que he conocido:
1. Lydia Cacho.
2. Susana Zabaleta.
3. Ofelia Medina.
4. Ely Guerra.

Cuatro platillos que detesto:
1. Arroz en todas sus combinaciones (a excepción de la riquisima paella).
2. Hígado.
3. Las pelonas frías (sin albur).
4. Chicharrón en salsa verde.

Cuatro posibles primeras impresiones que causo:

1. Amigable.
2. Desordenado.
3. Lusco mayor.
4. Intelectualmente atractivo (¡jajaja!).

Cuatro bebidas favoritas:
1. Coca-Cola Clásica.
2. Té chai latte con leche deslactosada
3. Tequila.
4. Tejate de Oaxaca.

Cuatro olores favoritos:
1. El aroma a tierra húmeda.
2. La mollera de un bebé.
3. Aquaman de Rochas.
4. El aroma de un nardo.

Cuatro cosas que me encanta hacer y que no tienen que ver con mi carrera:
1. Dibujar.
2. Cocinar, aunque me admito mal cocinero.
3. La jardinería.
4. Bailar.

Cuatro cosas para las que estoy negado:
1. Conducir bicicletas.
2. Combinar colores.
3. Ahorrar.
4. Fumar puro.

Cuatro cosas que colecciono:
1. Perfumes.
2. Cosas de mis viajes
3. Fotos.
4. Y a este paso creo que coleccionaré celulares descompuestos.

Cuatro canciones favoritas:
1. King without crown. De Matisyahu
2. Where is my mind. De The Pixies
3. How soon is now. De Morrisey.
4. Summer english rain. De Placebo.

Cuatro libros favoritos:
1. A sangre fría de Truman Capote.
2. Diablo guardián de Xavier Velasco.
3. La historia interminable de Michael Ende.
4. El perfume de Patrick Suskind.

De salida

Me declaro en vacaciones desde este mismo momento.
Mañana traslado mis convalecientes pies a la Sierra Norte, al ranchillo de Don Alfonso, mi honorable padre.
Después de que hoy, en la redacción se fue la luz, no había red y el internet fallaba gracias a la tremenda tormenta eléctrica que cayó hace unas horas, creo que esta semana que viene no la extrañaré.
Si extrañaré el desmadre, la huevonería de los correctores, las cenas de Andrade; el avión que me da Crisanto; el Grinch y sus bolitas y palitos; a Selene, autora de las interminables guías y provocadora de constantes ajustes de espacio en las planas; al Zeus y su "si señor", sus tiernas gritonizas a mi persona como buen padre periodistico; al Hetooor y sus puercadas, gritandole a toda panocha que vea pasar; al Rueda, sus encuestas de último minuto y sus comentarios cagados, a Paulina y los cambios de plana inesperados, las idas a la tiendita; a la Tuss y su oficina con aspecto de cuarto de motel, así como la podredumbre en la que vive y de la que tanta burla le hago; a los polis; a la Yadirota en su recepción, vaya hasta a la comecuandohay de la supuesta secretaria que es Lulú, y cómo no, al jefe Mam. Ah también extrañaré las grillas de mi jefe de fotografía, los madrazos que siempre me quiere meter Ronaldo y las críticas hiperfresas de la chula de Tere Murillo. Ni modo, también me quedaré con las ganas de ver a Karla Espinoza rebosante tras su lipo, que por cierto, tomó la foto de este post, a la otra le pediré que mejor enfoque.
Bueno, ahí se ven cabrones. Los veo en una semana.

Rey sin corona

What's this feeling?
My love will rip a hole in the ceiling
Givin' myself to you from the essence of my being
Sing to my Good all these songs of love and healing
Want Moshiach now so it's time we start revealing
*Matisyahu, en su rola “King without crown”.

Vino la vecina a pedir periódico viejo.
Por aquello de la limpieza de cristales.
Puso cara de susto cuando abrí la puerta, parece que dijo:

—¿Vecino tendrá papel periódico que me regale?—y montó una mueca de amabilidad esperando que le hiciera el favor mientras disimulaba su sorpresa por verme las comisuras de los ojos inflamados y uno que otro vaso capilar hecho moretón, no sé si por el desvelo o el desenfreno respiratorio de anoche.

Le obsequié lo que quiso y se fue.
Ya no me está dando pena ser un poquito junkie.
Comienzo a entender aquella frase célebre de Tin Tan.

La noche transcurrió apurando la edición para llegar a Profética.
Ya en el lugar me topé con caras conocidas. No tan conocidas como a mi me gustaría, pero al menos identificables. Muchos saludos, muchas chelas, etc. Una noche hasta ese momento regular.

Vino el after. Terminé con toda la bola en casa de Beto. Ya puesto en ambiente me descubrí hablando con Lalo Montagner. Ni le pregunté su edad, pero este chipileño no debe pasar de los 26 ó 27. En septiembre publica para Alfaguara “Toda esa gran verdad", por le momento en la Secretaría de Cultura se encarga de contactar para el FIP quién sabe qué cosas de CONACULTA.

Después de unas chelas, unos tacos, y la entrada al paraíso del inframundo vía respiratoria terminé en mi cama medio ebrio, quién sabe de qué, no se si del vicio, la comida o el alcohol.
Dos llamadas me despertaron, Zeus y Héctor jodiendo con que salía en la portada de La Jornada de Oriente haciéndole ojitos a un hombre en tanga durante la manifestación gay de ayer, ja.
“Ni madres que me pongo una tanga”, era lo que pensaba mientras analizaba al tipo. En ese momento el ojete de Rafa García Otero me congeló y de paso le robó el alma a la Tuza y a Selene.

Tuve que correr al baño, vino de mi una nausea exagerada. Mientras arqueaba sentí un ritmo de reggae, parecido al que lleva Matisyahu en "King without a crown". Al despertar del transe vomitivo noté beneficios del antiespectorante alternativo, me volvió el mareo de la resaca y el asco de la exagerada cena.
Cuando la vecina llegó ya había servido la taza del baño.
Con esa cara me encontró.
Cambio y fuera.
Regreso del viaje, porque ya es casi medio día, el pedo es que sigo bien puesto.

A quien le quede el saco

Se me revolvió el estómago.
Me dolió verme reflejado.
La saliva se aglutinó en la traquea.
Parecía que quería llorar.
Y solo veía un performance.
Pero me sentí aludido.
Y eso, eso se siente feo.
Por prisa esto es lo que pude hacer:
Ah, la foto es de mi compañero Ulises Ruiz.


Gritan “alto a
la homofobia”

Edmundo Velázquez / Grupos de lucha de homosexuales en Puebla se integraron ayer a la jornada internacional contra la homofobia, para que el 17 de mayo sea instaurado por la Organización de las Naciones Unidas como el día contra la discriminación hacia la gente con preferencias homosexuales, debido a que en 1990 la Organización Mundial de la Salud lo retiró del listado oficial de las enfermedades mentales.
En el zócalo de la ciudad, con besos y abrazos, además de un performance, las organizaciones no gubernamentales a favor de la lucha por la libertad del ejercicio sexual motivaron a la conciencia de los poblanos para hacer un análisis sobre el estigma que vive la comunidad lésbico-gay, bisexual y transgénero.

Sangre y desgarro de vestiduras
Con dos lienzos de arcoiris como fondo, un travesti comenzó a hablar por un megáfono: “Así se vivió en el siglo XX. El suicidio, la total clandestinidad, la baja autoestima, el asesinato, la marginalidad, pasaron a ser pan nuestro de millones y millones de gays, lesbianas y trasngéneros en México y América Latina.
Vestido de manera exagerada, con gasa y terciopelo negro, tacones altos y peluca rubia, de maquillaje grotesco, la quimera hablaba con su discurso en una mano y en la otra empuñaba el megáfono decorado con espejos. Tomó como púlpito el asta bandera de la plaza de armas. Lo comenzó a rodear la gente entre la fuente de San Miguel, los mirones le escucharon decir:
“Ser puto, marica, joto, machorra, lesbiana, marimacha, tortillera, puñal, maricón, mariposón, son palabras comunes que se usan como un insulto frecuente para toda la comunidad homosexual. La misma austeridad recae sobre las lesbianas que sufren violencia por parte sus familias, ex amantes o compañeros, inspirados en la ideología lesbofóbica que interpreta y trata el lesbianismo con ultraje y amenaza de la ideología machista. Pese a todo esto, persiste tristemente en México una legalización moralista represiva”.
A su lado aparecieron un hombre y una mujer, simulaban ser cadáveres, cuerpos muertos por el odio y la represión.
“Yo fui violada por un grupo de policías. Me dijeron que me iban a enseñar a ser mujer. Nunca me velaron ni me enterraron. Hasta ahora sigo desparecida,” gritó la fémina que representaba al cuerpo de la lesbiana, tenía un ojo dispar disfrazado con un lente de contacto.
Apareció también un hombre, vestía un pantalón desgarrado, saltó diciendo: “Que escuchen mi dolor y mi indignación de esquina a esquina. Yo fui asesinado en los ochentas, me mataron porque Dios lo dice, es pecado amar a otro hombre.”
Contó cómo murió el cadáver que representaba: “Llegaron a mi estética una noche. La sangre y el dolor indicaron que había terminado la fiesta. Te vas a morir, pinche maricón, porque personas como ustedes no merecen respirar. Nos van a matar a todos de SIDA”, gritó con los ojos desorbitados, tirándose al suelo.
“¡Fuimos reprimidos desde niños…!”, gritaron mientras se imponía una macabra posición fetal.
“Las lesbianas de Puebla decimos a México y a todo el mundo: ¡Alto a la homofobia! Los gays asesinados y silenciados reclaman: ¡Alto a la homofobia! Los travestís silenciados y castigamos decimos: ¡Alto a la homofobia!”, gritaron uno tras otro.
Se deshicieron de la peluca, de las playeras y pantalones. Terminaron ensangrentados caminando entre la gente. Y una sirena ensordecía a los presentes, los tres cadáveres deambularon por el zócalo y la catedral.
Desaparecieron preguntado a los transeúntes: “¿No le da vergüenza ser heterosexual?”

Atento aviso

A todos los bugas, lesbianas, homosexuales, bisexuales, drags, transgénero, curiosos y simpatizantes de la lucha contra la homofobia...

Se les espera de a la 1:30pm en el zócalo de la ciudad de Puebla para manifestarse a besos en contra de la discriminación que sufren aquellos que no profesan el común gusto de copular de maner única y exclusivamente heterosexual.

La medida es parte del festejo mundial en de la no discriminación a los homosexuales.

Se permiten todo tipo de besos, menos besos negros, que pueden ser tachados por la policía municipal de desvergonzados, por aquello de las faltas a la moral. Ah, la foto es del compañero Ronaldo Schmidt.

Los Velázquez, bichos raros

Vaya. No lo creí.
Miriam, Blanca, Claudia, mis hermanas por fin coincidieron en algo.
Me quieren.
Qué ternura de su parte y qué cursilería de mi parte.
A veces uno quiere que le griten las cosas que los demás sienten.
En mi caso a veces necesito pruebas casi documentadas de aprecio.
Pero bueno, ocurrió. Y las tengo.
Miriam se la pasa mandando mensajes de cómo sigue mi pie, que cuándo paso a verla, que cuándo me tomo las vacaciones, que si viajo o no, en fin que Rodrigo está bien y que pregunta por el tío Nuno.
Blanca me mandó un mensaje a nombre de sus niños, Paola y Ramón, mounstritos del kinder que me mandan besos casi casi en la herida (guácala).
Ella no se queda corta y también manda saludos, ahora sí a su nombre.
Y Claudia me sorprendió.
Acabo de reencontrarla, está viviendo en Huauchinango, con Karla que ya casi es una quinceañera y con el Javo que debe de estar todo larguirucho y más alto como buen hombre de familia protegiendo a su madre y hermana a sus envalentonados siete años.
Vaya, tengo familia.
Mi padre debió de resaltar mi torpeza por aquello de los dedos.
Adriana prometió que ambos llegarían el próximo fin de semana a verme.
De Alfonso qué decir.
No sé qué es de él.
Dicen que rehizo su vida (o formalizó lo que fuera que tenía allá en su own private Tulancingo).
Dicen que Suhail ya dio todo por perdido (o se dio cuenta de que aquél novio con ímpetu preparatoriano no iba a volver).
Dicen que Blanquita está muy grande (a mi me remuerde la conciencia el saber tan poco de mi sobrina).
Está bien.
Con contra y pro ahí va la familia.
¿Será que papá sigue esperando nietos de mi parte?

Dos son compañía

¿Dónde nos quedamos?
Bueno, tenía un dedo lastimado cuando salí de la oficina para ir al palenque. En el estacionamiento de la Feria terminé jodiendome el otro dedo gordo. Así que el convaleciente ya tiene compañía. No me pasó mucho, solo la uña casi se bota. Me estuvo sangrando toda la noche, así que tuve que vendarlo también. El otro ya está desinflamandose. Y esperemos que pronto se termine eso de caminar al estilo pasito tun tún.

Nomás la puntita

Venía escuchando La Taquilla.
Los comentarios estúpidos del cagado René Franco me hacían reir cuando venía en la ruta 72 A. Faltaba casi media hora para las cuatro.
Escuchaba el radio e hice la parada justo a unos metros de mi casa.
Hice sonar el timbre en la esquina usual a la hora usual.
Bajé un escalón.
Bajé el segundo escalón.
Toqué tierra con mi pie izquierdo (mala elección).
Una motocicleta modelo Cargo (de la cual no anoté las placas) se estrelló contra mí.
El conductor perdió el equilibro cayó en la banqueta mientras la llanta delantera remolió la carnita de mi dedo pulgar en mi pie derecho.
Por suerte libró la uña.
Perdí la puntita.
Nomás la puntita del pulgar de mi pie derecho.
La verdad es que el accidente no pasó a mayores. Dos vacunas antitetánicas, que tengo que inyectarme, un pulgar sangrante y media tarde perdida de un jueves de trabajo perdida.
“¡Te salió barato!”, le dijo Selene a Zenen —el repartidor de RYC que me atropelló— mientras estábamos en el consultorio del doctor que me hizo casi llorar mientras aplicaba el sedante en spray. Pero más me dolió que se rompió mi pantalón favorito.
Pinche dedo, ahora me punza.
Eso me pasa por salir a reportear en chanclas.

Bromelias

Compré bromelias para mamá. Recordé cuando, debajo de la mesa de su taller de costura, jugaba con los retazos de tela estampada. Cuando descubrí el ramo de bromelias entre las flores de la típica vendimia por 10 de mayo, no resistí.

Años atrás no me había pasado esto. Regresé al inMundo sentimental. Tres veces el llanto casi me ataca.
La primera ocasión fue cuando desperté. Me di cuenta qué día era. No me quise levantar, no quería dejar ese tibio lugar que recientemente me alberga, esa cama ajena. Me tuve que ir y enfrentar la mañana fría.

La segunda fue cuando se me antojó... Se me antojó ver aves del paraíso cerca de la foto de mi madre.
Me bajé del camión y directamente fui por las flores. No las encontré. La flor favorita de mi madre o estaba ausente porque los vendedores decían que no sería negocio o de plano unos no la conocían y me mandaban a revisar las gladiolas de exóticos colores para ver si me convencía. Terminé comprando bromelias.

La tercera casi me quiebro. Marco se enteró de la desgracia. Vaya, de que no había encontrado a mi gusto más que esas sencillas flores de porte casi corriente pero con estampa de chifón o de gasa española. Unas horas más tarde estaba en casa. Quién sabe a dónde fue. Pero trajo en su mano un trío de aves del paraíso. Todas ellas rojas, moradas, naranjas y amarillas en sus puntas desojadas.

Casi lloro. No lo hice porque alguna vez escuché que las lágrimas para un muerto son un pelotón de pisadas sobre su tumba. Así que decidí evitarle esa pena a mi madre este diez de mayo que ya casi se extingue.

Nada para nadie

Y las respuestas son:

1. El góber si llegó.
2. Los de FCP lo negaron totalmente.
3. El SNTE no hizo nada, ni llegó, dicen que no iban a sabotear el desfile de los niños, será quizá que le dio por alinearse.
4. El motín fue mínimo. Para bien pues no hubo lesionados, no hubo not ni Atenco en el bulevar.
5. No le tiraron huevos de confetti ni pedradas. Pero a su esposa si le gritaron: ¡Margarita, divórciate de ese mal hombre!

0.1 Prueba desesperada para introducir foto a mi perfil.

Antimarinistas al grito de guerra

"La moneda está en el aire", dijo el jefe en su caja de cristal.
Escuché eso y me puso a pensar, nada fuera de lo común que un aprendiz de reportero como yo podría pensar. "¿Qué pasara mañana?". Eso me pregunte.

1. ¿Llegará el góber?
2. ¿Qué cara pondrán las distintas facciones del Frente Cívico ante la nota de ocho de CAMBIO?
3. ¿El SNTE de verdad hará algo?
4. ¿Habrá golpes, empujones, un motín digno de la carretera México-Texcoco?
5. ¿Mañana le tirarán huevos de confetti y harina al gober?

Así un millón de preguntas me asaltan. Hoy pasaba por Plaza Dorada sorbiendo un moka frappe. Las cámaras de Televisa ya habían llegado y venía en camino una grúa de CFE. Los lugares cercanos a Marín casi son V.I.P., mientras que toda la pipitilla aguardará del otro lado del bulevar esperando a que ocurra o no ocurra algo digno de nota de ocho a nivel nacional.
Buenas noches Puebla.
Descansa, que mañana (al parecer) no lo harás. La foto es de Tere Murillo, compañera del diario.