domingo, octubre 30, 2005

Hablando de fuertes latidos

Una vez bajé de tu carro.
Perdí dos segundos viendo el reflejo de tus ojos. Con la luz del mediodía se hicieron un poco más claros, o al menos eso percibió mi vista de daltónico registrando detrás de tus espejuelos. A su vez tus manos se acomodaron sobre el volante en un movimiento mecánico. Luego sonreiste.
Alrededor de un minuto me llevó darme cuenta que seguía observandote. Al notarlo me sonrojé un poco y me despedí de usted.
Y usted... ¿lo notó?

jueves, octubre 20, 2005

ERDI #1

El Rincón de Datos Inútiles
Expediente #0001

No creí que una noticia me sacuediera más que la Operación Catafixia, aquella en que se subió la popularidad de Chabelo con su despido y recontratación. Ahora resulta que Homero Simpson deja la cerveza porque se vuelve musulmán.
Según el diario The Independient aseguró hoy mismo que Fox ya comenzó los trabajos para que la familia amarilla entrara a la industria comercial del Medio Oriente.

1. Ahora son los Shaaaamshon. O algo así.
2. No habrá rosquillas ni chela.
3. Homero, sera Omar.
4. Bart se redujo a Bard -muy buena la adaptación-
5. Las fuentes citadas no reportan datos sobre el futuro del reverendo Alegria ahora qeus e adore a Alá en la serie.

Estaremos pendientes.

Otros datos duros.
¡¿Que Arturo Montiel renunció?! ¿Se dedicará al arrendamiento de sustuoss inmuebles? ¿Vivirá de sus rentas? ¿Entrará Jackson al quite? ¿Los destinos del PRI se someterán ante ese ser de bigotito burocrático? Oh Dios, cada vez me das más evidencia para no creer en ti.

martes, octubre 18, 2005

Escapo de algunos viejos hábitos


Dejé de tomar el café expreso cortado con pana.
Abandoné mi gusto por escuchar el sonsonete de Damien Rice cantando Blower's daughter*. La verdad es que ahora me da miedo lo que siento cuando escucho tal canción.
Además dejé mi singular gusto por Coldplay y todo lo que sonara como ellos. Incluso perdí "X&Y" y no me dolió para nada.
Estoy suprimiendo mi necesidad por arrullarme con Here with me de Dido.
Hace dos días pasó la chica de los perfumes y estuve a punto de comprar Cold Water de Davidoff. Ese aroma me eriza la piel. Ya no quiero sentir eso.
He obtenido otros hábitos.
Fumo al menos dos cigarrillos al día.
Me atraganto una una torta de lo que sea cuando no tengo tiempo para comer decentemente.
Tomo una cinco botellas de agua en toda la tarde.
Desde que mi padre se compró celular hablo por teléfono con él mínimo una vez a la semana.
Y espero ahora tener un poco de fuerza de voluntad para dejar de escapar de camas ajenas a hurtadillas.

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* www.warnerbrosrecords.com/damienrice/

domingo, octubre 16, 2005

Mala cara


Esa cara se la debo a la desmañanada que significó el viajecito tras el gober y Julio Frenk, el secretario de salud. El colorcito de mi piel se debe a la tremenda infección estomacal que me dio el chayolunch que muy amables en prensa del gobierno del estado regalan para que no estemos jodiendo con que inviten la comida. Nomás bastó una manzana y un yogurth para que mis esfínteres trabajaran al mil para evitar cagarme en mis pantalones en medio de la catástrofe que dejó el cabrón de Stan. La foto se la debo a la señora de Cravioto, doña Tuz -alias Ruth- que tuvo a bien retratarme en mi etapa chorrillenta.

martes, octubre 11, 2005

Yo no sé

El siguiente es un fusil del poeta César Vallejo

LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre Vuelve los ojos,
comocuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vividose empoza,
como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé

lunes, octubre 10, 2005

Tordo, perro, mula

El día en que mi madre visitó por última vez a la tía Amparito llamó al infortunio por el atuendo perfecto que llevaba. Se le ocurrió irse de zapatilla alta en la terracería de la sierra. En La Cumbre, lugar que era su destino, el auto de papá tronó. Ambos terminaron caminando hasta subir el cerro donde la tía abuella llevaba viviendo más de 50 años, desde que su marido, don Juve, se la robó, como dicen: convertido en perro.
Don Juve era un nahual, o eso presumía mi tía. Pero nadie se lo negó cuando sus hermanos la vieron siendo hipnotizada por un tordo desde Coacuila, arrastrada por un perro por la puerta de su casa y llevada en el lomo de una mula hasta La Cumbre.
Animales todos, de tonos negros y grisaceos, como dicen que son los colores de las bestias encarnadas por un nahual.
Años más tarde, mi tía abuela regresó a Necaxa contando que su marido la mantenía con lo robado de cosechas ajenas, que le rezaba a la calavera de un niño y que usaba velas negras para llamar a la Santa Muerte. Que hablaba con "El Malo", todos los días. Que era su amigo y su cuidador, casi su patrón.
En cada encuentro con la gélida dama, en cada plática con "El Malo", don Juve era llevado. Su alma era expulsada.
La muerte llevaba su espiritu hasta el cuerpo del animal más cercano y le daba un tiempo límite para habitar la carne de aquella infortunada bestia, que al ser abandonada terminaría muerta en el camino.
Contó la tía abula que Don Juve la dejó en su jacal y no apareció después de un mes de la explicación que le dio a su recién robada esposa.
Amparo tuvo que comprar un poco de hilo con los centavos que tenía, empezó a hacer carpetitas y a vivir de ellas. Así mantendría al único hijo que tendría meses después. Porque el señor, aquél nahual, la montó fieramente. Ahora a la inversa: como si tuviera todos los animales los tuviera dentro. Fue tan efectivo que a la primera dejó a la tía preñada.
Al tiempo, el desobligado marido que tenía regresaba volando por la ventana o arrastrandose por el piso.
Regresaba a su piel humana, le hacía otro hijo y volvía a su vagar.
A la tía Amparo le hizo doce hijos, once de los cuales ellos fueron abortados.
Algo le debía a la Santa Muerte o al "Malo", porque nunca se lograban. Al mes número siete siempre los perdía.
El hijo menor fue el único que sobrevivio. Nachito.
El tío Nacho nació cuando don Juve regresaba de La Ceiba luego de asegurarse un terreno de precio más bajo, decía que tenía intereses en el pueblo, pero el terreno lo perdería en un juego de cartas días más tarde.
El padre de Nacho lo engendró recién regresaba de una piel de pelibuey. Mi tía Amparo no se esforzó en tenerlo, el destino de estar casada con un nahual es sólo tener una cría.
Dos días más tarde don Juve tuvo un desliz nocturno, se escapo con una niña de la población de María Andrea, sitio muy cercano a Poza Rica y ya con el clima digno de Veracruz.
Aquella niña tenía 14 años cuando se la robó del mismo modo que a la tía Amparo. Primero fue tordo, luego fue perro y al final una mula.
En la primera noche con la menor fue que se excitó de tal manera que con la carne fresca en frente olvidó hacer el rezo diario a la Santa.
A las doce de la noche debía cantarle y arrullarla para que no vuelva por él en un momento equivocado.
Pero sus impulsos con  la chamaca provocaron que dejara de lado la negra oración.
Minutos antes de terminar dentro de la niña la Muerte ya le había dado santo final.
Su semen, su cuerpo, ya estaban fríos cuando la joven que poco sabía de placeres carnales descubrió que estaba muerto.
A la tía Amparo le fue devuelto el cuerpo del Juventino, pero desollado por los familiares de aquella niña que también fue hipnotizada por ese encantador nahual. La muerte fue un poco violenta, como lo es a veces la gente de La Ceiba.
Los asesinos tuvieron la amabilidad de devolverle a mi tía abuela el morral de ixtle que siempre llvaba Juventino al hombro. Dentro encontró una calavera de niño, su Santa Muerte, dos velas negras sin encender, aquellas que debió haber usado para cantarle a la santa niña fría.
Esta historia escucharon mis padres después del viaje en que perdieron la elegancia en medio de la sierra.
A mi madre poco le importaron las zapatillas y a mi padre se le olvidó el automovil.
Esa noche en casa de doña Amparito prefirieron escuchar más historias sobre su único y bizarro amante: su difunto marido nahual.

domingo, octubre 09, 2005

Zacapoaxtla 081005
















Zacapoaxtla. Sádado 8 de octubre. En la foto, de izquierda a derecha, el señor Jorgito Cravioto, su señora esposa Tuz -alias Ruth-, la mismisima flordecalabaza, osea Selene y el inMundo Animal, osease yo. Nótese la pose reporteril, el lodo en los zapatos y el hambre en las panzas. La foto se debe al buen ánimo de la compañera reportebria gráfica Esther Chelius que andaba de ánimos como para lograr que me vea decente en la foto, medio panzón, pero decente.