lunes, octubre 15, 2007

Manojo de nervios

Con nerviosismo dejo que el halo del sustituto de azúcar ultrarefinada caiga sobre las teclas del ordenador y apenas llegue a la taza de té verde.
Espero haga efecto y me calme. No encontré algún remedio casero de los que daría mamá. Hoy, a seis años de su muerte le dedico mi ponencia sobre “Periodismo y homfobia”. También lo hago a salud de Toño, amigo cuyo recuerdo y mi espíritu enmarcado en la nota roja no deja de remarcarme que fue el suicida número 4 del 2005.
Nervioso, muy nervioso estoy. Tenía tiempo, mucho tiempo que un tema del que hablaría en público no me generaba pensamientos encontrados. “Periodismo y homofobia”, qué tema y qué comprometido me siento por hablar de eso.
Y aunque ayer estaba confiado, hoy faltan unos minutos para que inicie la ponencia. Menos de una hora. Y aún sigo a muchos metros del lugar donde se presenta. Intento que el té verde actúe, me tranquilice y rebaje la carga de las dos tazas de café que me tomé durante la clase de redacción con los muchachos del IES.
Hoy, por lo contrario, a unos minutos de ser sujeto del escrutinio, es que comienzo a desmoronarme por el nerviosismo. Dejaré pues que la adrenalina fluya, que tire el miedo en el baño y que mi estómago deje de hacerme jugarretas. Confío en que el té, en que este escrito y el caminar unas cuadras sirva para tranquilizarme.

2 comentarios:

Mario Martell dijo...

Mi estimado Mundo mundano:

La verdad sí andaba ud nervioso y me hubiera gustado que hubiera leído su ponencia más que contarla.
Pero creo que la mesa salió bien y es un logro que se delibere desde los medios locales sobre este asunto. Eso es ya un pasote en la Puebla preciosa. La anécdota de Rodolfo Ruiz estuvo genial.
Saludos martellescos

sucell dijo...

me gusta tu stilo....skribes raro...pero bien...