martes, diciembre 27, 2005

Día 4


Oh lord, please make me pure, but not yet...

Así dice Robbie Williams en "Make me pure", la rola número tres de su nuevo cd. Me recordó, justo el día en plena navidad, mi padre, Adriana, Miriam, Rodrigo y el inMundo Animal terminaron en la iglesia de Acaxochitlán. Con un montón de santos me encontré. Pero a ninguno tuve certeza en rezarle.
¿Qué hacer cuando tienes a San Martín de Porres, La Inmaculada Concepción, a Santo Entierro, al Señor de los Tormentos y a la Virgen de Fátima todos juntos? ¡¿A cuál le rezas?! ¿Cuál te devuelve la calma? ¿Cuál de ellos se traga tus pecados y los escupe para evitarte el amargo sabor del mal hecho?
Ante tanto bulto de yeso, preferí rezar por mi madre, pedí por su descanso eterno, le agradecí las metas logradas en el año y le pedí que no dejara de acompañarme.
Pero, entre tanto ídolo católico, San Martín de Porres se llevó mis palmas. Armado de escoba y rosario, el santito se veía cómodo, se veía plácido. Se veía como un santo cumplidor... ¿será que me dio confianza para rezarle? ¿Será que recobro el catolicismo que mi madre inculcó algún día en su joven vástago. Luego lo descubriré, por ahora no me quita el sueño. No tanto como lo hace otra persona.
Mientras tanto, en el pueblo ya llevo cuatro días.

***
El día 25 la pileta del agua amaneció congelada. Mis piernas también.
En Venta Grande el pasto amanece helado por el rocío de la madrugada. En mi cabeza sigue aquella pequeña obsesión.
Ayer en la noche recordé el sabor de los MyM's. Ayer en la noche marcaba al celular y colgaba, una y otra y otra vez.
Estas frías vacaciones van mejorando. Se supone que quedan más planes, más gente por ver. Acabo de recibir una llamada, un reporte pues, como muchos, como señal de que alguien piensa en mi.

No hay comentarios.: