domingo, mayo 06, 2007

Pudor, ¿pa'qué te quiero?

Ahí en posición fetal fue que me atacó el cansancio.
Desnudo, en medio de la masa, encima me cayó toda la locura de la semana pasada.
Todo el desmadre y presión de una semana difícil.
El jueves y viernes del congreso.
El sábado de desfile y el viaje al DF.
La madrugada del domingo…
Eras las siete y algo de la mañana cuando estando sobre mis rodillas llegué al tan mentado trance, a la celebración interna multicitada por Spencer Tunick.
Agaché la cabeza, me olvidé de las cosas.
Olvidé la gente que estaba al frente y a los lados.
Ignoré las bromas… y mis párpados comenzaron a pesarme.
Creo que me dormí.
Lo hice un minuto o dos.
Tuve, por lo menos, un minuto de tranquilidad.
Y qué curioso fue ponerse de nuevo la coraza, la ropa y lo demás.
Lo más raro fue eso. Sentirse incómodo con la ropa encima.
Ahora que me pregunto, el pudor sirve para muy poco.

3 comentarios:

carurosus dijo...

Creo que lo chido es esta vida sería vivir sin prejuicios de ningún tipo, sin que nos avergonzaramos de nada, que simplemente fuéramos nosotros sin importar lo que el mundo te diga... creo que aún nos hace falta mucho para eso.

Marcos Legaspi dijo...

jajaja... te podremos reconocer en las fotos?

Fernando Hurtado dijo...

ahhhhhhhh apoco estas ahi?