En una de esas pasé yo. Héme ahí de retaguardia.
Más tarde, cuando chateábamos, me roló la foto donde aparezco de espaldas frente la camioneta de Alfredo Árcega Silvetti*.
En el chat la Xahuentitla reclamo sobre las fotos y lo atravesados que generalmente somos los reporteros. Yo en respuesta reclamé lo poco agraciado que me veía:
Mundo dice:
Jajaja. No tengo nalgas.
Xahuentitla dice:
La cámara no hace milagros.
No me queda otra conclusión.
Qué sabia es la imagen.
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* Ése cabrón del Árcega Silvetti es uno de los sobrinos de los narcomenudistas más afamados en Puebla. El wey pues quería comerse una memela, algo sencillo, se fue a La Silla, ja. Salió medio ebrio y terminó perseguido por unos contrincantes, bueno eso dijo la procuradora. La verdadera historia es otra.
1 comentario:
siempre en los mejores momentos.. KODAK jjeejej
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