jueves, octubre 19, 2006

Last coke in Huexotitla

Una agua de horchata, un té de jazmín, un vil jugo Ami sabor Citrus Punch, varios Splash —con zanahoria casi radioactiva, diría Selene—, litros de agua simple… pero nada, nada llena el vacío que dejó…
Deje la coca, la coca-cola, es definitivo, bueno, eso me dijo el doctor.
Después de ver los análisis el doctor Albisua dijo que todo estaba perfecto, que tenía que operar, que sería una cortadita, pero, para no provocarme problemas en los riñones y vías urinarias de una buena vez tenía que bajarle a la coca y el café.
Zaz.
Así.
“Ni modo cuate”, dijo mi doctor en su involuntaria parodia a Chabelo, como si me hubiera salido una espantosa equis o la catafixia no hubiera salido a mi favor.
Y pues así ando: “No coke, no coffee”. Es un suplicio.
Es irremediable el tomar un café en una que otra somnífera rueda de prensa. Y qué decir de los mokas que en el Starbucks me reventaba. Los voy a extrañar.
Ni modo, el té chai no es mala opción.
Por lo pronto me entregué a la tarea de mi última y por lo tanto, dramática, sorbida de coca-cola.
Me compre una de cristal.
Mentalmente la dividí en cuatro cuartos.
Uno lo sorbí desde el Oxxo a la oficina.
El segundo poco a poco mientras comenzaba a redactar mis guías.
El tercero… el tercero me lo chingó Selene en su habitual gandalleo de comida y bebida ajena.
El cuarto, que nunca supe si eran las babas selenitas o el final del refresco, me lo tomé en chinga del puro coraje.
En fin.
Esa fue mi última coca-cola en Huexotitla.

1 comentario:

Jared dijo...

Buuu... Lo siento! Pero deberias probar el te de frambuesa de la marca: Lipton... Es bueno:)
Yo y mis comerciales! (Asi se escribe?)