domingo, septiembre 17, 2006

Visita


Cuando levanté la mano a la mitad del pasillo en la CAPU nos reconocimos inmediatamente.
Es curioso el saber poco de una persona y estimarle demasiado.
Hoy en la mañana Havot se regresó al DF.
Vino a Puebla para pasar los días patrios.
El fin de semana transcurrió divertivo, apurado, un poco engentado.
Havot me acompañó mientras esperaba las mentadas de madre para el góber (las cuales no llegaron, me cae que los poblanos no tienen memoria).
Havot es curioso. Parece un niño, pesar incluso que es mayor que yo.
Tiene una sonrisa que aparece pocas veces.
Pareciera meditar casi todo lo que ve a través de los cristales del camión.
Ese día del grito terminamos en un antro decadente y vacío.
Al otro buscamos pozole para calmarle el antojo.
"Gracias por dejarse conocer", dijo hoy que se despedía.
"A veces a uno le hace falta descargar las corazas", algo así me dije a mí mismo mientras él terminaba de comerse una ciruela.
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*Ah, la foto se la debo a doña Griscel que ahí andaba dando lata el día del grito.

5 comentarios:

M dijo...

Qui est-il?

Social Drinking y Su Sonido Chikinasty dijo...

Havot lo rockea eh.....la pergunta es por que esta alla?

Cobayo dijo...

Las corazas suelen ser menos pesadas cuando uno deja que los demás ayuden a cargarla.
Un abrazo.

inMundoAnimal dijo...

Pues sí, él es Havot.
Y pues ahí van las cosas... las corazas van saliendo una a una :)
Con ayuda de muchos hombros.

Unknown dijo...

Alguien me Ayuda con la Mia ? xD