¿Extrañe la oficina?
La verdad... no sé.
Los que si se es que entre la sierra, entre la huasteca de Hidalgo, entre los caminos perdidos y las carreteras con miles de desviaciones, con ene número de señalamientos, se vive bien.
Marco y yo nos movimos de Puebla a Tlaxco, de Chignahuapan a Zacatlán; me reencontré con mi hermana y volví a ver a papá. Descubrí que la alarma en la fortaleza de hierba existe y que Adriana está preocupada. Me olvidé por completo de gente que debí buscar y a quien busqué no la encontré.
Hoy de nuevo me deja ciego el monitor de la computadora que parece conquistar mis pocas neuronas.
Hoy extraño a conocidos pasajeros de mi piel y pregunto que demonios fue de ellos.
Hoy estoy cansado, acabo de sentir la resaca del camino a ninguna parte.
La mueca de fuchi está justificada, el escenario está equivocado.
2 comentarios:
Pues busque a aquellos que pienses que son merecedoras del tiempo. Y no olvides a aquellos que te pisaron el alma. Vaya... Vaya.
aaaaaaaay como hemos cambiado
que lejos ha quedado aquella amistad...a eso me supo este post a esa bella canción tan melancolicamente alegre de los presuntos implicados
salud!
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