martes, marzo 21, 2006

Reconstrucción de primavera



Hace dos semanas chateaba con Rogelio. Por su mala situación amorosa me contó que en estos primeros meses del año estaba reordenándose. Que tenía una cuesta de enero emocional con resaca depresiva, que se había visto en pedacitos y que con engrudo comenzó a pegarse todas las tiras de se ser.

Yo sé bien que eso me ocurre en septiembre, octubre y noviembre. Cada mes por su lado me asusta, me parece vomitivo o provoca en mí una depresión singular. Sé bien que a la muerte de mi madre en esos días la conmemoro y se repercute en un ritual donde me desecho, me deshilvano, me quiebro y termino esparcido por el suelo.

Por eso, declaro la primavera mi etapa de reconstrucción. Digo, si ya sufrí las jodidas fiestas navideñas, la cuesta de enero y hasta los tamales de Candelaria, ¿porqué entonces no he de tomarme mi break para que el sol de estos días, las noches frescas de luna color crema y cielos estrellados, las mañanas somnolientas, sean de lo mejor.

Si en el Distrito Federal comenzaron festejando a la primavera —y de paso el bicentenario de Benito Juárez, aquél pastorcillo que arreaba ovejas en Guelatao que terminó dando forma a las leyes mexicanas, aquél que descubrió que en el país podía existir el tan prostituido estado de derecho— partiéndole la madre al ambiente quitando el “hoy no circula”, entonces porqué no he de empezarlo yo con una reconstrucción.

1 comentario:

lebrel dijo...

que bonita foto!!! aqui no se aplica lo de pasa ligera la maldita primaveraaaaaa aaah la primaveraaaaaaa! siii que te reconstruyas pero que te hagas mas fuerte para que el resquebraje de septiembre no se atan cabrooon caaaa saludos