lunes, septiembre 26, 2005

Ximena cantaba

"El cienpies es un bicho muy raro
Parece ser muchos bichitos atados..."

Así cantaba Ximena, esa tarde de septiembre había despojos de un fuereño con anhelos de presidencia. AMLO recién había hecho un mitin apoquinado por ser viernes a hora de oficina. Luego de dos horas con el sol de frente y un candidato de muy conocido discruso popular corrí al NH. Ahí conocí a Ximena.
Su tía la llevó de incógnito a una rueda de prensa. De cinco años la niña de preciosa sonrisa observaba un poco inquieta a Rebeca Jones y a Alejandro Camacho. No sabía qué hacía ahí. Su tía terminaba de trabajar. Ella durmió un rato, aguantó la bromas de los extraños y también tomó a dos hombres de la mano. Imagino que ahora ya ni lo recuerda.
Ximena iba por el zócalo, colgándose de palomita desde los brazos de ellos. Es el primer recuerdo de ambos. Ellos si lo recuerdan y alguna noche eso ya fue confesado.
Pedro fue una de esas manos, la otra mano yo la conosco muy bien.
Bien puestos sus 22 tiene Pedro. Recién los cumplió. Otro virgo en el camino apareció. Es un nueve en números astrales. ¿A esos números se deberán su sonrisa retorcida, su exceso de confianza, su don de carcajadas y el ánimo inquebrantable? No lo sé. Eso detalles provocarán una despedida dolorosa para muchos.
Al dolor de la ida le sumo un descaro que yo no me perdono, hubo un sentimiento que me atropelló, que le arruinó la salida triunfal a Pedro y que aún así el despegue a su cuenta regresiva se ve inevitable.
Dice que son 20 meses exactos. Después del descaro, después del bofeteo de los asegunes, estornudó todo el dolor y perdonó el fin de semana que mal planeo y que le destino dispuso amargo.

Pero prometió que seremos amigos y como en un buen acuerdo donde las dos partes hacen perfecto juego, yo prometo corresponder dicha contrato.
A Ximena no le he vuelto a ver, pero pareciera que hace amigos con todos. No se le dificulta ni necesita hacer acuerdos de no contacto. Ximena imagino que seguirá sonriente.

Después de esto una buena amiga dice que cuando le hablan del destino ella cambia la conversación. Yo digo que el destino nos cambia la conversación a todos. Mejor aún, me parece que el destino tiene una charla inteligente.

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*Este escrito fue cambiado arbitrariamente por el inMundo autor. Luego de los hechos acaecidos en recientes fechas preferí una disculpa extensa en este espacio. Ud disculpe Dn Pedro.

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