martes, enero 05, 2010

El evangelio según San Chicharrón

“A todos los gays deberían de ponerlos en fila. Y luego, ¡fusilarlos!”, dijo papá.
Yo me quedaba callado.
Él solamente me veía de reojo.
No sé.
A veces me da risa.
A veces mejor me quedo callado.
Papá es así.
Contradictorio.
Duro.
Orgulloso.
Apaleado por la vida.
Impredecible.
Inquebrantable, por lo menos a la vista de sus hijos.
La sierra estaba casi a a dos grados centigrados.
Pero a veces siento que el corazón de papá está congelado.

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