Cuando me ponía en el pecho la mano y decía por mi culpa, por mi culpa, por mi grande culpa…
Cuando le di una felicitación a un novio que nunca había visto en mi vida…
Cuando me noté entre una bola de machos bailando la víbora, víbora de la mar…
Cuando veía cómo le quitaban la liga a Lupita…
Cuando estuve un poco ebrio tras seis tequilas para aguantar la velada…
Cuando miraba los detalles del salón Libanés…
Cuando veía dar de vueltas a las niñas vestidas de pajes…
Cuando los viejitos zarandeaban sus huesitos para pulir el piso mientras se escuchaba una de Celia Crú.
Cuando noté todo eso… noté que odio las bodas.
¿Será pura envidia?
4 comentarios:
Sí, creo que sí. Casi puedo asegurar que todos los gays que conozco las odian. Ha de ser cosa de su raza...
jajjaj son divertidas
Yo aún no entiendo por que la gente se casa. De verdad, es algo muy raro. Tal vez es por que no aplica en mi vida, en definitiva es un ritual, muy extraño.
A MI ME GUSTAN LAS BODAS...
EL DRAMA, LAS VIEJAS CHILLONAS, EL BRINDIS, LOS PEINADOTESSS...
AWWW...
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