martes, agosto 29, 2006

De tres en tres

Ring ring en la oficina.
—Mundo… Te paso llamada—dice la Yadi, telefonista chistosa, tremendo personajazo de la oficina.
—¡No quiero! ¡No estoy!—grita el inMundo Animal.
—¡Es tu hermana…!—replica la Yadi.
—Uy… ¡menos!—dice el inMundo que está tremendamente ocupado con su nota.
—Ay grosero—
—Bueno ya. Pásamela—no hay más que atender al llamado familiar. Yo qué iba a saber que la conversación sería reveladora.

Carnala Miriam: ¿Qué onda Mundo? ¿Cómo estás?
Inmundo Animal: Pues en la chamba. Y tú.
CM: Bien. ¿Estarás en Venta Grande en el fin?
IA: Ah, no sé. Ya había planeado ir al cumpleaños de tu hijo, no tengo chamba pendiente. Quizá sí vaya.
CM: ¿No has hablado con papá?
IA: Sí. Que por fin tienen teléfono fijo… ¿no?
CM: Sí. ¿No te ha dicho más?
IA: ¿Cómo qué?
CM: Poncho se casa.
IA: ¡¿Qué?!
CM: El sábado, al mediodía. Después será el cumpleaños de Rodrigo.
IA: ¡Oh!
CM: Bueno ¿cuándo llegas?
IA:
CM: ¿Mundo?
IA:
CM: ¿Sigues ahí?
IA: ¿Poncho se casa?
CM: Sí. Eso dije.
IA: ¿Por tercera vez?
CM: Sí… ehmm.. ¿Qué tiene de malo?
IA: No…. Nada, nada, nada.
CM: Ah bueno… ahí te veo entonces.
IA: Aja…

Al parecer la costumbre en la familia es casarse tres veces. Por lo menos eso pasó con tres de los Velázquez. Exceptuando a mis hermanas mayores —Blanca y Claudia— y a mí, único soltero de la familia, el resto de la familia se ha casado en tres ocasiones.
Mi papá, Miriam y ahora Poncho. ¡Zaz! Así es esto del abarrote. Boda en Venta Grande.

4 comentarios:

Cobayo dijo...

Nunca es tarde para buscar a esas novias de antaño... digo, chance y eso una más los lazos consaguineos...

M dijo...

Dando señales de vida en su blog.
Ante esta y otras nuevas en su vida, sólo le recomiendo una cosa: duerma. Procúrese el descanso.

Social Drinking y Su Sonido Chikinasty dijo...

Ajua ajua.....`pues que bonito e slo bonito y que casado e slo casado...y usted pa cuando?

inMundoAnimal dijo...

Cobayo:
¿Novias de antaño? ¡Nel!

Medeo:
A veces no tengo tiempo.
Y cuando tengo tiempo, no puedo conciliar el sueño.

Oskar:
¿Casarme? ¿Yo? Si no me quedo para vestir santos... quizá hasta los 30.