lunes, julio 10, 2006

Mala memoria

Ah qué memoria la mía.
"¡Te pasas!", me dijo la Susana vía chat.
Resulta que el viernes pasado me salí yo muy campante de Profética.
Con mi copia de "Tan lejos, tan cerca" de Meneses bajo el brazo, con dos drinks y una chela encima, me dipuse correr a mi casa para después trasladarme con doña Selene a casa de Margarita Argüelles.
Y olvidé pagar mi cuenta. Lo juro, lo olvidé.
Dos horas más tarde, Machado me hablaba para preguntarme por quién pagaría el bagel de verduras marinadas que me tragué. Ante la penosa ocasión, él fue el elegido.
Así que con esa reputación que me queda, como deudor y comecuandohay, no me queda más que citar a los clásicos: "¡Qué oso wey!".
Hasta a la pobre Susana hice correr al cajero para pagar mi cuenta que a todos mis conocidos les cobraron allá.

5 comentarios:

MEMOIRS DE UNA PINCHE TRASHY dijo...

Curioso precisamente ayer platicaba con dos familiares de la mala memoria. Pero irte sin pagar una cuenta!!?? Jajaja Que poca. No te preocupes son tus amigos y te conocen de sobra, saben que no eres un codo que le huye a las cuentas.

inMundoAnimal dijo...

¡Pues eso espero que piensen!
Que no era mucho eh. No pasaba de 40 pesos.

Tuss dijo...

Lamecazuelas, caeparado, juntapilones y robatendederos ... son algunos de los calificativos que se me ocurren para ud en esta penosa situación!

Cobayo dijo...

Sólo algo peor que irse de Profética sin pagar la cuenta: ir a Profética... no me pregunte por qué, pero el lugar siempre me da escalofríos, en especial la cafetería.
Una vez fuí invitado a una lectura en honor a Edgar Allan Poe y creo que ha sido la peor que he hecho; mi cuento era malo y leí como retrasado mental... me pone nervioso ese lugar, insisto.

M dijo...

¡Antológico!
Mientras no le cobren con Cuerpomático y a usted no le guste...