Recuento

Pues la cosa está así:
El domingo regresé de Tecolutla después de un insufrible viaje familiar a la playa.
Extrañando la oficina fue que iba pensando en qué hacer durante una semana.
De topes me di cuando noté que el lunes soltaron el desmadre del video de la Cacho. Ni modo, ya me lo perdí.
Bueno, pues resulta que la convivencia con mi padre comienza a ser un poco áspera. De todos es conocido que don Alfonso no tiene la mejor actitud, no es compresivo, vaya no se pone en los zapatos del otro para llevar un diálogo amable. No, no lo hace.
Así que hoy miércoles tomé un respiro. No sé a qué hora vuelva a Venta Grande, por el momento pienso buscar a mi hermana Claudia para que eso del reencuantro familiar esté completo.

Ah, el marcador familiar va así:
Alfonso se separó definitivamente de (ahora mi ex cuñada) Suhail. Comenzó una relación con una profesora que se ve de buenas intenciones, se llama Sandra y aunque es del SNTE, a la Gordillo la prefiere de lejistos, ambos están en Tulancingo, cada quien por su lado mientras al Poncho se le pasa la fobia por el matrimonio. De su niña, Blanquita, solamente conozco que está más grandecita, nomás pude ver fotos de ella.
Mi hermana Blanca, hoy justamente tenía un reencuentro con su ex cuñada. Quizá le reclame que Sandra ya es casi parte de la familia. Ja.
Claudia pues recién se mudó a Huauchinango y en un par de horas la veré. Ya veremos como están los chamacos, Karla y el Javo.
Miriam pues ya con sus planes nuevos. Algo triste por la separación que afrontará.
Ya no me falta ningún hermano? Ah, no creo que no.
Yo pues estoy prácticamente ahuevonado. Leyendo a Paco Taibo II. Escapando momentaneamente del ajetreo de cámaras, micrófonos, radio y periódico. La verdad, extraño mucho la chamba a pesar de que son muy cortas estas vacaciones, pero eso no se lo digan a nadie.

Por cierto, postearía fotos, pero olvidé mi cámara en el rancho de mi padre.
Para la otra prometo postear una historia que se me ocurrió en estos días de ocio.