martes, abril 26, 2005

Se ignora realidad

Lunes 25 de abril. Puebla, Puebla. Una marcha más en el bulevar 5 de mayo. La típica faramalla, el grito sonoro de un grupo quejumbroso. Un dío después de las elecciones en las Juntas Auxiliares fue
que a un puñado de gente importada desde Canoa hacía bulla y estorbaba el tráfico. La primera manifestación molesta en el tiempo de Doger. Tan molesta fue que a punta de tolete, balas de goma, yelmos y escudos de plástico la disolvieron.
El consejo editorial lo ordenó y no se dijo nada del tema. Dos boletines para llevar; uno del DIF, de la primera dama entre más damas, otro de la esposa del tipo de SEDURBECOP entregando juguetes a los niños. En Puebla no pasó nada. En Puebla la ley atropelló a unos cuantos y de paso a mi integridad.
Eran las once de la noche y apenas se decidía si el tema era delicado, si la reportera debía escribirlo, si las fotos se iban a reservar. Después de dar vueltas la orden expresa fue llenar la plana sin la nota correcta sin la foto indicada. Ni contraportada a los rostros bapuleados ni un recuadro tímido en la esquina de la portada. Nada. No pasó nada. Esa fue la orden. Eso se hizo. Hoy soy un día más viejo y mi alma es unos gramos más corrupta (EVV).

No hay comentarios.: