jueves, abril 26, 2007

Consultas al pudor

Son las dos y quince del tarde. El autobús tiene una atmósfera densa, pesada. Los ojos se cierran por el mareo que provoca una resolana aumentada por el cristal de la ventanilla.
Siento cómo por la espalda corre una gota de sudor.
Siento como se mueve y casi me provoca escalofríos.
Detesto el calor.
Y esta temporada parece ser plagada por el aire caliente.
Quizá eso me motivó a inscribirme en la convocatoria para modelos de Spencer Tunik.
La verdad no pensé que me aceptarían.
“¡Ay wey!”, grité cuando noté el correo en mi bandeja de entrada.
Ahora sí… qué calor.
Ya confirmaron el día pero ahora falta confirmar hora y lugar.
Según ese correo se nos hará saber en breve.
Ja, ya me imagino yo ahí entre miles mostrando el chilaquil.
Comienzo a consultarle a mi pudor si realmente quiero hacerlo
“Mocho y poblano al fin”, me dijo la Tete Chelius cuando me sinceré con ella y le dije que la estaba pensando.
Por lo pronto en el diario ya me dieron chance de asistir y darle un toque gonzo a una crónica.

1 comentario:

carurosus dijo...

jajajaja, 'mocho y poblano'?? Bueno, pues finalmente no hay nada que perder, entre tanto encuerado, tal vez te desinhibas. Un abrazo.