lunes, febrero 19, 2007

Tu mateix

Don Marco Torres andaba por el zócalo cierto día que me desocupé temprano. Nos encontramos y me pidió que le acompañara a buscar plumones de agua y acuarelas, no porque anduviera con inspiración para ser el próximo Chagall, sino porque agarró contrato con los de la luz —osease CFE—, les armará unos proyectitos y tenía que hacer sus perspectivas para la propuesta. A toda madre pues, bien pintaditas y adornadas.
Y ahí voy, de metiche.
Y que a él le recomiendan el bodrio de tienda que es “Importaciones Mundiales”, sí, esa donde venden pura fayuca, cosas horrendas, baratas y sin sentido por módicos precios. Puro MADE IN CHINA.
Pues nos dimos a la tarea de buscar sus mentados plumones.
Y nada.
Puros plumoncitos con Winnie Pooh, todos feitos, vaya, ya ni unos Paper Mate de aquellos que según eran mágicos, de esos buenos para que los sobrinos los gasten haciendo rayones sin sentido sobre sus libros para colorear.
Decepcionado don Marco me dijo que mejor recurriéramos a una típica papelería. Pero de salida mi morral se topó con una lámpara de 100 o 150 pesos —ya sabrán qué tan fina—. Mi morral se enamoró de ella y la jaló. O fueron quizá los chaneques, no sé.
Crash… nomás se oyó.
La cajera, un vendedor y varios clientes se vieron unos a otros. Yo miré a Marco, me volví hacía la lámpara en el suelo. Echa cachitos pues.
La volví a ver y para mí pensé: “¿Corro y ni madres que la pago? ¿La pago? ¿Me hago wey como niño que rompe frasco de mayonesa en el Wal-Mart?”.
Tu mateix, diría el buen Marco Torres. Vaya, de hecho, él no dijo nada de principio, nomás se rió un poco, pero con la mirada lo dijo. Tu mateix, tú mismo, es tu pez, es tu bronca, es tu pedo. Bueno, esas serían las probables traducciones a una de las frases que mucho repite el señor, oración que me agrada y que del catalán al español es algo así como “pues ahí tú sabes”.
Todo eso se me vino a la mente pero también vino entonces el dechado de virtud que soy. Dios santo, ¿quién me manda a ser tan buen chico?
Costo de lámpara de fayuca estilo MADE IN CHINA de forja barata. 150 pesos.
El pasar el ridículo frente a empleados, propios y extraños en una tienda barata. No tiene precio.
Muerto de la risa, con el coraje —pero con harta filosofía— recibí en una bolsa de “Importaciones mundiales” mi desecho de lámpara.
Ay, ya tengo adorno nuevo para la casa. Lo digo con harta felicidá.
Qué bonito es comprar algo inútil que ni siquiera te gusta.
Pero, creo que fue una ganga, ¿qué no?

2 comentarios:

carurosus dijo...

jajaja, bueno, puedes agradecer que no entraste a una tienda de talavera, sino entonces el anécdota hubiera salido caríiiiiiiiiisimo!! jejeje.

dulcedehigo dijo...

que no !!!! ganguisima una igual donde???
Abrazos.