miércoles, agosto 03, 2011

El año



“Hey heeey…
I saved the world today”
The Eurythmics


Tomó un post it y ahí anotó las señales.
“Tolana #12. En la esquina carro de hot dogs. Doblas mano izquierda. Casa de zaguán blanco y ladrillo aparente”.
Guardó la nota.
Una hora más tarde iba de San Manuel a Camino Real, solamente por un café.
-¿Pero nada más por un café?
-¿Cómo? A qué te refieres.
-Sí. Que te estoy invitando a mi casa porque no puedo salir y estoy de niñero. Así que no va a pasar nada.
-Ah… sí. Sí. No hay ningún problema.
Cerraba la conversación minutos antes.
Seguro corrió a lavar el Ibiza Azul. A perfumarse. Buscó las gafas que le había regalado el ex, lo único que tenía ya de él (además de dolorosos recuerdos).
Tardó un poco en llegar. Cuando entraba a Camino Real nada más se reprochaba así mismo, como aún suele hacerlo cuando sabe que está a punto de alguna imprudencia. “Ve hasta dónde vienes por la pura putería, Víctor”. Parecía a regaño propio, sonaba a alguna diatriba que le regalaba irónicamente su mente como si se tratara de Aarón, que pudiera estar sentado del lado derecho susurrándole como Diablo Guardián.
Entró a la calle que debería ser Tolana.
Ahí estaba el carrito de jochos. Se siguió de largo porque no encontraba el 12. No daba. Supuso que una casa marcada con el 14 sería. Quizá habría un error. Paró el auto.
Desde adentro el otro se asomaba. Veía el azul marino con marcas raras en el toldo. Acaba de bañarse. Se había rasurado. Estaba en chanclas y pants. Quería ocultar esa emoción que ocurre en las travesuras de una noche. Parecía que eso sería. Vaya error.
Bajó los escalones de la casa. Abrió el portón y ahí estaba. Chaleco gris, jeans, playera, gafas… ¿a las 10 de la noche? Muy buen aroma. Y una sonrisa atornillada, algo no había gustado. Obvio algo pasaba ahí. No era el tipo barbón del chat. Pero sí daba un aire. ¿Le habría puesto una foto falsa? ¿Por qué este tipo se veía lampiño? ¡Además! Estaba chancludo. Algo no iba bien. Uno perfumado y otro chancludo.
Pésima primera impresión.
-Pásale…
-Hola. Primero me presento.
Vino un saludo de mano. Un abrazo. Se sintió honesto. Pero fue rápido. Por ahí andaba el Lucas así que no se podía salir, el pinche perro loco había sido dejado a cuidado del jefe.
Cruzamos la sala. Seguimos hasta la cocina y ahí estaba lo prometido. La cafetera encendida. La cocina con vista al limonero. Dos lugares puestos.
Fueron tres cafés de hecho.
Después un six de cervezas.
Después se olvidó de la barba afeitada, de las chanclas. De todo.
Todo pasó hace más o menos un año.
Mañana de hecho hará un año.
Y seguimos juntos.
Te amo.

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