sábado, agosto 21, 2010

Warm up

The Tavern.
Bulevar Sánchez Pontón.
Madrugada del sábado 21 de agosto.
Mesa para cuatro en terraza.
El plan cambió al decir “sí” alrededor de las nueve de la noche en la oficina.
Un extranjero atendía, al parecer era el propietario. Hablaba un español chistoso, desparpajado, folclórico pero amable.
Mi mood realmente era incierto tirando a de malas.
Añorando aromas, el calor de mi cama, y obvio su compañía.
Tuss lidiaba con su depre.
El Cheus le administraba su terapia.
(“Nunca nadie se acercó tanto a entender lo que siento”, dijo ella)
Xu admitió algo bien cagado:
-Tenía años que no te veía así. Pero mucho, mucho tiempo. Me da gusto.
-Ah chingá… ¿cómo me veo?
-Wey, obsérvate.
Inmediatamente me volteé a ver. Era yo miserable porque no traía saldo en el cel. Porque el Nextel andaba sin batería. Porque no podía comunicarme ni mandar mensajes con destinatario bien conocido. Tenía la jeta que ponía el Gato con Botas de Shrek. Las manitas dobladas, sobándomelas una con otra. Con la boca apretada y las cejas hechas un acordeón.
No pude decirle más a Xu.
Le di la razón.
“Sí, se me olvidó cómo se sentía”, le dije.
Fuck, I’m in love.

No hay comentarios.: