jueves, enero 10, 2008

Tumba fría


Dès les premières lueurs d'octobre
En tout bien tout honneur
Oh, je sombre
-Emilie Simón / Fleur de saison

Siempre, cada que paso por el edificio que Rebeca diseñó, pienso cuán frío puede parecer.
Y cuánto frío siento yo al pasar por ahí.
Una ocasión no lo sentí así.
Me sentí muy acompañado.
Sentí que de repente todo se aquietaba y que solamente ahí entre el espacio que ambos ocupábamos al caminar una pequeña galaxia se formaba.
La noche del 7 de enero me paré frente a la fuente triangular.
La volví a ver como siempre, como una tumba fría.
Y ahí decidí dar por enterrados los sentimientos que guardé por días.
Esperanzas vanas que sabía de antemano derrotadas, un guerra perdida de la que sabía ya debían desertar tantos husares.
Ante la tumba tomé el iPod y llamé a la plañidera.
Fue Emilie Simon, y su ‘Fleur de saison’ la última melodía, la canción de despedida, el tema del soundtrack de los créditos finales.
En vez de café en tal velorio hubo Coca-Cola.
Envasada en vidrio estaba helada, igual que el clima a las once de la noche ante tal torre y el agua de esa fuente donde arrojé las últimas lágrimas al muerto que como la canción de Emilie, solamente fue ‘flor de temporada’, zozobra de otoño.
Ahí quedaron las últimas lágrimas.
Las últimas.

2 comentarios:

José Luis dijo...

“Las palabras son aire, y van al aire.

Mis lágrimas son agua y van al mar.

Cuando un amor muere, ¿sabes chiquita a dónde va?”

Mundo:

El hecho de que las lágrimas queden en esa fuente fría, y triangulada, consigue que se evaporen, asciendan y se diluyan en el mar, donde van las memorias que precisan de olvido.

Dale punto final y vuelve a la fuente, tal vez encuentres las palabras que necesitas en el aire que la sitia.

Buena salud a todos.

P. D.

Mundo: gracias por volver con ese ímpetu a bloggear.

Fernando Hurtado dijo...

ey que onda, tanto tiempo sin pasar por qui jejej, que estes bien!